martes, 8 de marzo de 2011

Atum


Es así, se piensan que los problemas solo lo tienen ellos y que a mi no me puede pasar nada. “Qué te va a pasar a vos? No tenés que trabajar, solo tenés que estudiar”. Respuesta ignota y básicamente cuadrada. No, esos no son mis problemas, pero por si no saben les cuento que la vida no termina en los libros y en la facultad. El día tiene 24 hs y eso sólo ocupa unas cuantas.
No sé si me da más bronca su ignorancia o que me vean con malas reacciones y, como es más fácil, les echen la culpa a otros o digan que soy maleducada. Obviamente que toman el camino corto y como dan por sabido que no tengo problemas, entonces no queda otra que la segunda opción que antes dije.
Les informo por si hace falta (y veo que si), y aunque probablemente y casi seguramente nadie quien tenga que leer esto lo lea, igual lo digo y me descargo, porque hablarles sería inútil. SI tengo problemas, SI tengo mis mambos, SI, SI y SI.
Y no tengo la idea de contarles porque no hay nadie apto para lo que yo tenga para contar. Qué quiero decir con esto? Hago un resumen de los posibles oyentes. Está quien tiene “muchos problemas” y después se cargan con el tuyo, conclusión: No solo tu problema no significa nada al lado de la catarata de traumas que escuchas (si es que te dejan hablar), sino que parece que le sumaras uno más, y terminas “teniendo la culpa” de algo que tendría que haber sido un apoyo de la otra parte. También esta quien minimiza todo, que lo tuyo es una huevada y que no tiene importancia, o directamente ni te cree.
Tampoco es que NECESITO hablar de ciertas cosas, pero me gustaría que entiendan que no todo es por nada, porque si, porque soy así, por culpa de fulano, mengano, etc.
Solo pido que me tengan la misma paciencia que les tengo, porque créanme, es MUCHA. Yo también soy un ser humano y estoy lejos de ser perfecta.
Si me quieren ayudar, necesito ser más entendida, que me dejen con mis soledades y mis formas, que me aguanten un poquito. Soy conciente de mis faltas pero también necesito una mano, porque con las mías no siempre me alcanza.