miércoles, 31 de marzo de 2010

Ab Intra


¿Qué puedo decir de vos?, nos conocemos hace mucho pero no tanto. Y, pese a que últimamente estábamos llevándonos mejor, hoy la vida le puso fin a tu existencia terrenal.
Sos una persona a la que admiré por muchas cosas, aunque no compartiera otras. Pero como no me gusta quedarme con las malas, prefiero recordar las buenas.
Tu carácter, tus ganas de vivir la vida ante todo. Ese humor ácido que, más que caracterizarte, era tu arma de imponencia.
Diste cátedra acerca de disfrutar lo que tuviste, la juventud, la plenitud. Juzgada o no por la mayoría, hiciste todo a tu manera, algo que me consta, y que no era necesario escucharlo de tu boca para saberlo.
Ganaste duras batallas, llegaste más lejos que muchos y la lastima siempre fue algo que dejabas para otro momento.
Hoy te fuiste de gira, sabemos que estás mejor, que no permitiste a nadie más que te vea mal.
Dejas una huella en todas las personas que tuvieron el agrado o la desdicha de conocerte.
No podría sentir pena por vos porque se que no te gustaría eso, pero si siento que te voy a extrañar.
Este último tiempo compartido con vos fue muy bueno, te tomé cariño, y aunque fue menor al tiempo que llevamos de conocernos, resultó mas significativo y lleno de recuerdos que siempre me van a acompañar.
Estés donde estés, se que estás mejor y feliz por haber hecho todo, como antes dije, a tu manera.
Hasta algún día, Celia.